Un delincuente ha sido enviado a reunirse con un productor de cine para evitar volver a la cárcel. Hay algo que no sabe: Mack sólo hace películas gay y conoce al policía que lo envió. Mack sabe que tiene la ventaja y hace sufrir al pobre tipo. Se coge la boca, se mete un consolador en su culo virgen y se lo coge crudo. Para añadir a la humillación, le obliga a probar su semen.